...no quieras saber ayer.
Como la blogosfera en realidad es menos grande de lo que parece y un poquito endogámica ella, tal vez hayáis visto ya varios textos parecidos al que voy a escribir en un alarde de originalidad e ingenio combinados. Y es que un nuevo meme ha nacido, y una ninya que sigue The Hard Men Path me lo ha pedido, y de cabeza que me lanzo... con unos cuantos días de retraso, cortesía de la casa ;-)
En esta ocasión estamos hablando de manías, hábitos raros, curiosidades varias de nuestro carácter... y bueno, después de pensar un poquito, ahí van mis cinco rarezas.
En esto de los memes, la idea es que cuando lo has hecho, también se lo pases a alguien... a mí no es que me guste especialmente la idea de decirle a nadie sobre qué tiene que escribir, sobre todo porque ya me gusta leer lo que ellos mismos eligen escribir... así que nombro a cuatro, pero como una sugerencia, no como un contrato vinculante, vale? Bueno, eso, mis cuatro elegidos son Glassy, Isthar, On y Lord Jim. Si os hace, vaya.
Como la blogosfera en realidad es menos grande de lo que parece y un poquito endogámica ella, tal vez hayáis visto ya varios textos parecidos al que voy a escribir en un alarde de originalidad e ingenio combinados. Y es que un nuevo meme ha nacido, y una ninya que sigue The Hard Men Path me lo ha pedido, y de cabeza que me lanzo... con unos cuantos días de retraso, cortesía de la casa ;-)
En esta ocasión estamos hablando de manías, hábitos raros, curiosidades varias de nuestro carácter... y bueno, después de pensar un poquito, ahí van mis cinco rarezas.
- Me siento siempre con las piernas cruzadas, muy cruzadas, hecha un cuatro. O encima de una de las piernas. O cruzándolas hasta que se juntan las rodillas. La gente me mira raro, en el trabajo me lo han senyalado mil veces, pero es que además de que es así como estoy comoda, no me doy ni cuenta. Todavia recuerdan mis jefes cómo, en la entrevista de selección, llegué y me senté más ancha que larga sobre una de mis piernas cruzada en la silla (no lo recomiendan los manuales para conseguir curro, pero yo voy por libre... y ehem, obviamente, no fui consciente de mi posición). Me siento así hasta en las banquetas altas de los bares, haciendo equilibrios varios. Un cuadro.
- Va a hacer cinco anyos que llevo el mismo collar, y aún más que llevo el mismo anillo (y ni es de compromiso, ni de casada ni nada parecido, es chiquito y sencillo como él solo). El collar no me lo he quitado nunca desde que lo tengo, ni para dormir, ni ducharme, ni ir a la piscina o a la playa... alguna vez para limpiarlo y ya me siento desnuda ese rato. No me gusta que me regalen collares aunque sean bonitos, porque para ponérmelos tendría que quitarme éste. Tampoco me gusta que me regalen anillos porque sólo me gusta llevar uno, y también tendría que dejar en casa el que llevo ahora. Siempre quedan los pendientes como opción-regalo.
- Dentro de mi costumbre de recordar, recordar y recordar... soy muy de fechas. Hay días negros en el calendario sólo por recuerdos asociados (y la mitad caen en marzo, ya veréis cuando llegue), y días que se presentarán buenos porque si, por más recuerdos asociados. Recuerdo la fecha de cada primer beso que me ha dado un chico, por ejemplo, se convirtiera o no después en relación. Y la fecha y hora aproximada de mi primera vez... y los cumpleanyos de mis parejas (y jamás he dejado de llamarles ese día, mucho después de haberlo dejado; una vez incluso con angustia incluida porque estaba en Alemania, no me acordaba del teléfono del muchacho en cuestión y no estaba segura de encontrarle en la Guía).
- Me cuesta horrores borrar mensajes del móvil o del contestador. En mi casa antigua tenía guardados mensajes de anyos a anyos antes, y cuando me trasladé pedí a Telefónica que me los traspasaran a la línea nueva, y cuando me dijeron que no se podía, tuve que grabarlos en plan cutre en cintas para no dejarlos atrás. Con los mensajes al móvil, los guardo también tiempo y tiempo, y desde el sofocón que me llevé una vez que me robaron el teléfono, los apunto en una libreta para no perderlos. Con los e-mail también me pasaba, y cuando hotmail no daba casi espacio, fui creando varios archivos de word donde guardaba los mensajes y sus respuestas, haciendo conversaciones enteras de páginas y páginas.
- Necesito dormir abrazando algo (o a alguien, mejor aún). Como vivo -y duermo- sola la mayoría de las veces, tengo un cojín alargado que suelo abrazar, y un gato de peluche absolutamente abrazable que me acompanya de madrugada. De ahí que siempre, antes de comprar un peluche, compruebe cómo de abrazable es, y que no compre ninguno por muy bonito que sea si no me parece suficientemente abrazable.
En esto de los memes, la idea es que cuando lo has hecho, también se lo pases a alguien... a mí no es que me guste especialmente la idea de decirle a nadie sobre qué tiene que escribir, sobre todo porque ya me gusta leer lo que ellos mismos eligen escribir... así que nombro a cuatro, pero como una sugerencia, no como un contrato vinculante, vale? Bueno, eso, mis cuatro elegidos son Glassy, Isthar, On y Lord Jim. Si os hace, vaya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario