El sábado por la noche desperté de madrugada porque la cama se movía de un lado a otro.
Cuando esto pasa lo único que se te ocurre pensar es que:
a) tu novio está convulsionando
b) estáis apunto de sufrir una posesión diabólica
c) ambas cosas
Así que asustada lo desperté:
- ¿Estás bien?
- Sí, creo que ha habido un terremoto.
Y, en serio, cuando compruebas que tu pareja no echa espumarajos por la boca, ni te mira con los ojos en blanco,ni te habla en arameo, un terremoto te parece bien poca cosa.
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