Desearía tener nariz...
Sé que me pierdo cosas, que los momentos buenos, las noticias agradables, pasan por un filtro y llegan a mí tamizadas, desvirtuadas. Las escribo muchas veces, para poder recordarlas, para saber que han existido... pero se van como arena que no puedo retener en mis manos. Como si no tuviera nariz que captara el olor de la flor.
Vamos a intentar saber a qué huele...
Me encanta aprender. Sé pocas cosas, lo que significa que me quedan trillones por descubrir, y me gusta esa sensación y la de que hoy me quedan trillones menos un par que me he encontrado en el día. Dejé de estudiar hace tiempo por causas ajenas a mi voluntad (qué gran frase cuando no quieres entrar en detalles!), y hasta hace poco no me había atrevido a volver a estar en algo que se pudiera confundir con un aula. Pero me encanta aprender, y he seguido haciéndolo: leyendo, escuchando, investigando... y este mes, de nuevo en una clase, con gente conocida y de manera poco formal, pero rompiendo una barrera que llevaba demasiado tiempo ahí.
Inspira, llénate de aire...
Me encanta mi trabajo. Ya sé que no vende mucho esta frase, y que debería decir que soy una mujer explotada en un curro con unos jefes incompetentes en el que intento escaquearme el mayor tiempo posible... pero es que me encanta mi trabajo, la organización donde paso la mayor parte del día, el ambiente que hay, mis jefes -algunos amigos también-. Me encanta saber que lo que hacemos sirve de algo, que tenemos una función social, que entendemos la economía de otra manera y que apoyamos un cambio económico y social entre todos, pasito a pasito, democratizando las empresas. Me podría extender -y caerá, caerá-, pero hoy dejo este aperitivo.
Suelta... poco a poco...
Éste... y la conversación que he tenido hoy con el director, agradeciéndome mi esfuerzo, reconociendo mi labor, alabando mi capacidad... y finalmente ofreciéndome un contrato indefinido en vez de la renovación prevista, y comprometiéndose a revisar la categoría de aquí al verano. Una se siente bien con estas cosas. Se siente reconocida, y es agradable ese reconocimiento, aunque no trabaje por él, sino por hacer bien las cosas. Pero cuando además estás implicada en la organización, estas cosas hacen sentir que tu aportación sirve de algo, es un granito de arena más para la pequenya montanyita que somos... Me siento un poco satisfecha y otro poco orgullosa.
Ese olor...
Y dando vueltas sobre esto, volvía a pensar hoy en lo mucho que me gusta mi trabajo lo mucho que me gusta aprender... y en la posibilidad de apuntarme en la UNED. Educación Social, Pedagogía, Psicopedagogía... sería cuestión de revisar planes de estudio, no dejan de ser opciones. Primero estaría aprobar el Acceso para mayores de 25, claro, pero y si me lanzara? Y si?
Ese olor...
No quiero ilusionarme con flores porque sé demasiado bien que éstas no soportan las tormentas, y en mí puede desatarse una nueva en cualquier momento. Pero hoy dejo flotar el "y si?", y aunque sé que me da demasiado miedo, es un paso sólo planteárselo, así en abstracto.
PD: Me encantaría compartir estos logros, estas victorias, con quien me dijo que acabaría haciendo mío mi puesto, y más allá, acabaría pintando la empresa de colores pastel :-) Porque sonreirías, te conozco... y porque estas victorias también son tuyas. Ojalá tuvieras nariz...
[Imagen de DarkJak, basada en personajes de Azuzephre]
[Escuchando "Say what you want", de Texas]
Sé que me pierdo cosas, que los momentos buenos, las noticias agradables, pasan por un filtro y llegan a mí tamizadas, desvirtuadas. Las escribo muchas veces, para poder recordarlas, para saber que han existido... pero se van como arena que no puedo retener en mis manos. Como si no tuviera nariz que captara el olor de la flor.
Vamos a intentar saber a qué huele...
Me encanta aprender. Sé pocas cosas, lo que significa que me quedan trillones por descubrir, y me gusta esa sensación y la de que hoy me quedan trillones menos un par que me he encontrado en el día. Dejé de estudiar hace tiempo por causas ajenas a mi voluntad (qué gran frase cuando no quieres entrar en detalles!), y hasta hace poco no me había atrevido a volver a estar en algo que se pudiera confundir con un aula. Pero me encanta aprender, y he seguido haciéndolo: leyendo, escuchando, investigando... y este mes, de nuevo en una clase, con gente conocida y de manera poco formal, pero rompiendo una barrera que llevaba demasiado tiempo ahí.
Inspira, llénate de aire...
Me encanta mi trabajo. Ya sé que no vende mucho esta frase, y que debería decir que soy una mujer explotada en un curro con unos jefes incompetentes en el que intento escaquearme el mayor tiempo posible... pero es que me encanta mi trabajo, la organización donde paso la mayor parte del día, el ambiente que hay, mis jefes -algunos amigos también-. Me encanta saber que lo que hacemos sirve de algo, que tenemos una función social, que entendemos la economía de otra manera y que apoyamos un cambio económico y social entre todos, pasito a pasito, democratizando las empresas. Me podría extender -y caerá, caerá-, pero hoy dejo este aperitivo.
Suelta... poco a poco...
Éste... y la conversación que he tenido hoy con el director, agradeciéndome mi esfuerzo, reconociendo mi labor, alabando mi capacidad... y finalmente ofreciéndome un contrato indefinido en vez de la renovación prevista, y comprometiéndose a revisar la categoría de aquí al verano. Una se siente bien con estas cosas. Se siente reconocida, y es agradable ese reconocimiento, aunque no trabaje por él, sino por hacer bien las cosas. Pero cuando además estás implicada en la organización, estas cosas hacen sentir que tu aportación sirve de algo, es un granito de arena más para la pequenya montanyita que somos... Me siento un poco satisfecha y otro poco orgullosa.
Ese olor...
Y dando vueltas sobre esto, volvía a pensar hoy en lo mucho que me gusta mi trabajo lo mucho que me gusta aprender... y en la posibilidad de apuntarme en la UNED. Educación Social, Pedagogía, Psicopedagogía... sería cuestión de revisar planes de estudio, no dejan de ser opciones. Primero estaría aprobar el Acceso para mayores de 25, claro, pero y si me lanzara? Y si?
Ese olor...
No quiero ilusionarme con flores porque sé demasiado bien que éstas no soportan las tormentas, y en mí puede desatarse una nueva en cualquier momento. Pero hoy dejo flotar el "y si?", y aunque sé que me da demasiado miedo, es un paso sólo planteárselo, así en abstracto.
PD: Me encantaría compartir estos logros, estas victorias, con quien me dijo que acabaría haciendo mío mi puesto, y más allá, acabaría pintando la empresa de colores pastel :-) Porque sonreirías, te conozco... y porque estas victorias también son tuyas. Ojalá tuvieras nariz...
[Imagen de DarkJak, basada en personajes de Azuzephre]
[Escuchando "Say what you want", de Texas]
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