El otro día leí un post interesante en el blog de Bereni-c, donde hablaba de lo que representan las imágenes que escogemos para identificarnos aquí en la blogosfera. Los avatares. Ella explicaba el origen de la suya, y yo estuve reflexionando un poco sobre el origen de la mía a raíz de leer su texto.
Como sabréis la mayoría, es un extracto del cuadro "El grito", de Munch. El cuadro suele relacionarse con la angustia del hombre, con el inconformismo, con la rebeldía y el sufrimiento. Pero yo no escogí mi avatar tanto por eso, sino por mi lectura personal. Lo que más me llama la atención no es el grito en sí... sino que quien grita se tapa los oídos. No soporta escucharse. No soporta su propio grito...
Y, bueno, supongo que eso de alguna manera me refleja, o refleja lo que sentía al iniciar este blog. La sensación vivida muchas veces de tener un grito a punto de salir de mis labios, y que guardo porque si lo soltara seguramente sería enorme, ha tenido mucho tiempo para crecer y hacerse fuerte en mi interior... llevo tanto tiempo guardándolo, guardando tantos gritos que nunca encontraron el momento oportuno para salir al exterior, que el resultado no puede oírse, no debe oírse.
Y de ahí el blog: gritando en silencio. De ahí la necesidad de crear un espacio donde sí pueda gritar, pero que -casi- nadie de mi entorno conoce. Porque aquí puedo gritar si me place, pero son palabras para mí, para nadie, o para ti que las lees y no me juzgas por ellas -o si lo haces... quizá aquí no me importa-.
Primero tenía la boca cerrada, y no me daba miedo a mí misma. Un día empecé a gritar, aunque fuera en este pequenyo mini espacio, y tuve que taparme los oídos, asustada de lo que había en mi cabeza y pugnaba por salir. Y a fuerza de oírme, creo que voy acostumbrándome al sonido de mi voz, y ya no me da tanto miedo. Puede que poco a poco aprenda a destaparme los oídos, a convivir con mis gritos, a dejarlos salir más a menudo de forma que cuando lo hagan no tengan ese ansia tras verse encerrados demasiado tiempo.
Y los demás? Qué dice de vosotros la imagen que escogisteis para definiros?
Y, bueno, supongo que eso de alguna manera me refleja, o refleja lo que sentía al iniciar este blog. La sensación vivida muchas veces de tener un grito a punto de salir de mis labios, y que guardo porque si lo soltara seguramente sería enorme, ha tenido mucho tiempo para crecer y hacerse fuerte en mi interior... llevo tanto tiempo guardándolo, guardando tantos gritos que nunca encontraron el momento oportuno para salir al exterior, que el resultado no puede oírse, no debe oírse.
Y de ahí el blog: gritando en silencio. De ahí la necesidad de crear un espacio donde sí pueda gritar, pero que -casi- nadie de mi entorno conoce. Porque aquí puedo gritar si me place, pero son palabras para mí, para nadie, o para ti que las lees y no me juzgas por ellas -o si lo haces... quizá aquí no me importa-.
Primero tenía la boca cerrada, y no me daba miedo a mí misma. Un día empecé a gritar, aunque fuera en este pequenyo mini espacio, y tuve que taparme los oídos, asustada de lo que había en mi cabeza y pugnaba por salir. Y a fuerza de oírme, creo que voy acostumbrándome al sonido de mi voz, y ya no me da tanto miedo. Puede que poco a poco aprenda a destaparme los oídos, a convivir con mis gritos, a dejarlos salir más a menudo de forma que cuando lo hagan no tengan ese ansia tras verse encerrados demasiado tiempo.
Y los demás? Qué dice de vosotros la imagen que escogisteis para definiros?
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