A mí no se me puede hacer esto, hombre. A mí, que subrayo los libros -hereje, sacrílega, todo junto porque yo lo valgo- porque siempre me encuentro cosas que me marcan, con las que me siento identificada. A mí, que tengo tantos libros en mi minicasa que aún hay parte que esperan en cajas porque no hay espacio suficiente...
Pero Bereni-C y Awake no pensaron en esos inconvenientes y me pasaron el encargo de escribir aquí un párrafo de un libro con el que me sintiera identificada o que me hubiera marcado. Y hala, Gacela se rompe la cabeza descartando y descartando. Afortunadamente, ya Isthar ha escogido El lobo estepario de Hesse, así que no será ése el que yo traiga. Y la propia Bere ponía un párrafo de Beatriz y los cuerpos celestes, de Lucía Etxebarría, lo que me ahorra otro.
Y al final volvemos donde siempre. Buscamos en las cajas y lo encontramos. La Vieja Sirena, de Jose Luis Sampedro. Glauka, Krito, Ahram. Libro de cabecera, libro subrayado y re-subrayado porque cuando lo releo subrayo cosas nuevas según el momento que paso. Y si el libro me identifica muchísimo, leer mi edición -sólo la he prestado una vez- es leerme, Gacela más libro abierto que nunca, volcada entre las sensaciones que se derraman en sus páginas.
No encontraba párrafo porque es la historia completa, un párrafo sólo lo desvirtúa. Es la fuerza de Glauka, la intensidad amante de la mujer-no-más-sirena, la enorme capacidad de disfrutar y de sufrir... y la certeza final de que ha valido la pena. Qué descansada Muerte... después de haber Vivido, con mayúsculas. Pero habiendo que elegir, traigo un retazo:
Pero no podía traer sólo a Glauka por aquí. Tenía que trampear un poco para incluir otro párrafo de otro libro (también subrayado, también libro de cabecera). El arte de amar, de Erich Fromm. Aquí ha sido más fácil escoger uno de los subrayados:
Estas son mis dos elecciones... pero soy lo peor y me falta media más, una frase de El amor armado, de Jose María Mendiluce (lástima que tras este libro escribiera siete iguales): El amor, armado, puede ser más fuerte que las armas del odio. Y tiene que serlo...
Ahora vamos a variar un poco la tradición en estas cadenas. NO le paso el meme a Glassy, porque además de que no le gustan los memes y siempre ha encontrado cosas interesantes que escribir sin necesidad de ellos, ha cerrado -temporalmente, espero- la ventana a la que se asomaba y a la que nos gustaba asomarnos a los demás, que además tenía muchos más colores de los que ella veía. NO le paso el meme a Nuala porque piensa que los memes son el cáncer de la blogosfera -y no anda del todo desencaminada, pero si buscan un ejemplo de coherencia creo que hay alguno todo recto y a la izquierda, aquí no-. NO le paso el meme a K. porque no he visto nunca uno en su blog y porque los tipos huranyos, asociales y encantadores a la vez seguro que no los contestan. Y finalmente NO le paso el meme a Lord Jim, el capitán contador de historias, a pesar de que su respuesta es de las que más curiosidad me despierta, porque lo tendría difícil entre todos los libros que han pasado por sus manos, y porque creo que ya me odia suficiente después de haberle pasado el anterior, y prefiero que me quieran (un poco) a que me odien y me hagan vudú. Hala.
Pero Bereni-C y Awake no pensaron en esos inconvenientes y me pasaron el encargo de escribir aquí un párrafo de un libro con el que me sintiera identificada o que me hubiera marcado. Y hala, Gacela se rompe la cabeza descartando y descartando. Afortunadamente, ya Isthar ha escogido El lobo estepario de Hesse, así que no será ése el que yo traiga. Y la propia Bere ponía un párrafo de Beatriz y los cuerpos celestes, de Lucía Etxebarría, lo que me ahorra otro.
Y al final volvemos donde siempre. Buscamos en las cajas y lo encontramos. La Vieja Sirena, de Jose Luis Sampedro. Glauka, Krito, Ahram. Libro de cabecera, libro subrayado y re-subrayado porque cuando lo releo subrayo cosas nuevas según el momento que paso. Y si el libro me identifica muchísimo, leer mi edición -sólo la he prestado una vez- es leerme, Gacela más libro abierto que nunca, volcada entre las sensaciones que se derraman en sus páginas.
No encontraba párrafo porque es la historia completa, un párrafo sólo lo desvirtúa. Es la fuerza de Glauka, la intensidad amante de la mujer-no-más-sirena, la enorme capacidad de disfrutar y de sufrir... y la certeza final de que ha valido la pena. Qué descansada Muerte... después de haber Vivido, con mayúsculas. Pero habiendo que elegir, traigo un retazo:
...no tengo poderes mágicos, no soy adivina, una pobre esclava sin infancia siquiera, mi abismo interior enorme!, qué será de mí? Y esperé un cambio en mi vida! Soy una ilusa, para qué? qué va a ser de mí? cómo vivir con un vacío tan tremendo? Tanto desasosiego y no derrumbarme, vivir sin estar ardiendo no es vivir, esta torre está más viva que yo, caldeada por un hombre vivo, concavidad de horno, y dentro yo estoy fría... o no lo estoy? por qué seguimos adelante sin estar vivos?Y lo que hace del libro algo tan mágico... es que Glauka, la protagonista, siempre sigue, siempre encuentra la manera, y ama como nadie, se entrega como nadie, sufre como nadie... y le vale la pena.
Pero no podía traer sólo a Glauka por aquí. Tenía que trampear un poco para incluir otro párrafo de otro libro (también subrayado, también libro de cabecera). El arte de amar, de Erich Fromm. Aquí ha sido más fácil escoger uno de los subrayados:
Respetar significa preocuparse por que la otra persona crezca y se desarrolle tal como es. Quiero que la persona amada crezca y se desarrolle por sí misma, en la forma que le es propia, y no para servirme. Si amo a la otra persona, me siento uno con ella, pero con ella tal cual es, no como yo necesito que sea, un objeto para mi uso.Porque sí, yo creo que hay maneras mejores y peores de amar, amores que limitan al otro y amores que les dan alas y les hacen crecer, amores con miedo que marcan caminos y amores generosos que ofrecen pedazos nuevos de cielo por los que volar, incluso aunque volando se alejen un poco. Y a amar también se aprende...
Es obvio que el respeto sólo es posible si yo he alcanzado independencia; si puedo caminar sin muletas, sin tener que dominar ni explotar a nadie. El respeto sólo existe sobre la base de la libertad: "l'amour est l'enfant de la liberté", dice una vieja canción francesa; el amor es hijo de la libertad, nunca de la dominación.
Estas son mis dos elecciones... pero soy lo peor y me falta media más, una frase de El amor armado, de Jose María Mendiluce (lástima que tras este libro escribiera siete iguales): El amor, armado, puede ser más fuerte que las armas del odio. Y tiene que serlo...
Ahora vamos a variar un poco la tradición en estas cadenas. NO le paso el meme a Glassy, porque además de que no le gustan los memes y siempre ha encontrado cosas interesantes que escribir sin necesidad de ellos, ha cerrado -temporalmente, espero- la ventana a la que se asomaba y a la que nos gustaba asomarnos a los demás, que además tenía muchos más colores de los que ella veía. NO le paso el meme a Nuala porque piensa que los memes son el cáncer de la blogosfera -y no anda del todo desencaminada, pero si buscan un ejemplo de coherencia creo que hay alguno todo recto y a la izquierda, aquí no-. NO le paso el meme a K. porque no he visto nunca uno en su blog y porque los tipos huranyos, asociales y encantadores a la vez seguro que no los contestan. Y finalmente NO le paso el meme a Lord Jim, el capitán contador de historias, a pesar de que su respuesta es de las que más curiosidad me despierta, porque lo tendría difícil entre todos los libros que han pasado por sus manos, y porque creo que ya me odia suficiente después de haberle pasado el anterior, y prefiero que me quieran (un poco) a que me odien y me hagan vudú. Hala.
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