"Boulevard Montmartre: Night", 1897.
Camille Pissarro
Óleo sobre lienzo.
Óleo sobre lienzo.
The National Gallery.
Londres. Inglaterra.
A pesar de la muchedumbre, del frío, de las compras locas, de los excesos en bebida y comida, de las sonrisas falsas, de las comidas por obligación y de que la gente en el metro muestra sus cestas navideñas, mientras yo me lamento de que no me han dado ni una mísera tableta de turrón en el trabajo (sí falta alguna coma pero no sé "ande" ponerla, así que del tirón que sois chicos fuertes). A pesar de todo ésto, me gusta la Navidad.
La razón frívola: la tele se ha llenado de chicos buenorros que huelen muy bien (sí ya sé que ésto ya lo dije el año pasado).
La razón melancólica: a mi abuelo le encantaban.
La razón materialista: me encata recibir regalos el día de Reyes (siempre me porto bien).
Sí la Navidad tiene otra cara, pero de esa ya escribí el año pasado.
Os tengo abandonados, lo sé. Pero ultimamente mis días sólo se diferencian en que los fines de semana, el metro tiene menos vagones.
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