Me esperan otros caminos, unos por los que nunca he ido hasta ahora. Me esperan dunas en el desierto, y camellos, y el sol enorme y cálido en un cielo azul-azul, sin nubes, sólo azul. Me espera un lago seguramente seco en esta época, en el que la sal de sus aguas se acumula en montanyas que se elevan, blancas, en medio de la nada. Me esperan ruinas romanas, termas a imaginar entre las piedras que cuentan la historia de lo que fue para que pueda imaginarla, patricios y esclavos. Me espera el mar, siempre el mar, las gaviotas, las olas que te llaman para que saltes entre ellas y la espuma blanca acariciando todo el cuerpo en medio de ese olor a agua salada, arena y sol. Me esperan oasis con nombres de amigos, verdor entre el desierto. Me espera el té a la menta y la comida especiada, el recuerdo del tajine del pasado, del cuscús, de la kefta. Me esperan zocos cargados de olores y colores distintos, festival de los sentidos, caminos que se abren bajo tus pies para que los sigas sin importar qué dirección tomas, siempre sorprendiendo rincones nuevos, aquí las babuchas, allá la cerámica y más allá el cuero con su olor característico.
Me espera una semana de desconexión y descubrimiento, de relax y de ser más gazelle que nunca. Una semana de compartir ilusiones a cada paso, de juntar esos trocitos de nosotros que siempre nos esperan escondidos en otras ciudades, en tierras ajenas que hacemos propias al llegar a ellas y darnos, sorprendernos, empaparnos de lo que nos encontramos.
Me esperan unos días en Túnez, perdiéndome y encontrándome a la vez. Ya os contaré a la vuelta. Mientras, disfrutad y sonreíd todo lo que podáis, que yo intentaré hacer lo mismo entre desierto, playa, medina y zocos. Nos vemos enseguida...
[La foto que encabeza este post es de las dunas del desierto de Túnez, pertenece a la galería de ese país que tiene en flickr Jorge Orte Tudela. Encuentras la galería AQUÍ.]
Me espera una semana de desconexión y descubrimiento, de relax y de ser más gazelle que nunca. Una semana de compartir ilusiones a cada paso, de juntar esos trocitos de nosotros que siempre nos esperan escondidos en otras ciudades, en tierras ajenas que hacemos propias al llegar a ellas y darnos, sorprendernos, empaparnos de lo que nos encontramos.
Me esperan unos días en Túnez, perdiéndome y encontrándome a la vez. Ya os contaré a la vuelta. Mientras, disfrutad y sonreíd todo lo que podáis, que yo intentaré hacer lo mismo entre desierto, playa, medina y zocos. Nos vemos enseguida...
[La foto que encabeza este post es de las dunas del desierto de Túnez, pertenece a la galería de ese país que tiene en flickr Jorge Orte Tudela. Encuentras la galería AQUÍ.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario