El Pobre-Conejo hace tres días que se niega a comer.
La Perra-Foca va por casa con aire taciturno.
Yo me sigo sintiendo anormalmente cansada.
Voy a tener que declarar oficialmente mi casa en estado de cuarentena.
El médico diagnostica un problema de azúcar bajo.
Mañana tengo que hacerme una analítica (yo y mi fobia a las agujas quisiéramos huir muy lejos) para confirmarlo.
Estoy convencida de que se equivoca.
Falta de azúcar, dice, lo que necesita mi vida es sal y pimienta.
PD: Hubiera estado bien volver a soñar con el Dr.House
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario