Siguiendo el río que inunda la blogosfera, me llega un meme de la mano de Vitore, que quiere que elija diez comedias que me hayan hecho reír. Lo mismo cree que soy una ninya culta que sabe de cine, y nada más lejos de la realidad. Tengo amigos que sí, saben de cine, me ganan siempre en el Scene-It, aciertan todas las preguntas rosas del Trivial y se saben de memoria diálogos enteros de películas de culto (y no como yo, que controlo los diálogos de El Senyor de los Anillos). Amigos cinéfagos más que cinéfilos, devoradores ellos. Yo soy más bien una... ciné-poca. Y no porque no me guste, qué va... es sólo que no se ha dado, que me queda todo y más por ver, que en cuestión de clásicos soy una inculta total... ains, soy un poco lo más peor.
Pero bueno, aún así tengo películas favoritas, y además me gustan mucho las comedias porque me río muy fácilmente, soy la espectadora que desearía todo director: ríe cuando hay que reír, llora cuando hay que llorar, se angustia cuando se pretende angustia... Una amiga valenciana me decía que le gustaba ver conmigo películas que ella ya se sabía de memoria, porque me nace una risa tan de dentro y contagiosa que acababa ella volviendo a reírse como hacía tiempo.
Pero sí, lo sé. No están los grandes clásicos, no hay nada en blanco y negro, ni de los hermanos Marx, ni siquiera de Woody Allen, qué le vamos a hacer. Por lo menos he ido más allá de American Pie y Scary Movie, así que para lapidaciones, dos calles más arriba. Y encima mi memoria pez en juego... Bah, allá va (el orden no tiene importancia, y me dejaré en el tintero algunas que leeré por ahí y luego me tiraré de los pelos):
1. La vida de Brian / Los caballeros de la mesa cuadrada (y sus locos seguidores): Era una decisión imposible, es pedirle a alguien a quién quiere más, si a mamá o a papá, así que entran las dos. De éstas hasta me sé diálogos también yo. Se pueden ver hasta el infinito y más allá y seguir haciendo gracia. Monty Python forever.
2. El otro lado de la cama / Días de futbol: Otra elección que soy incapaz de hacer (y no, no es mi truco para poner veinte películas en vez de diez). Me gustaron mucho, reí, canté, vi reflejada la vida del barrio y cogí algunas frases que se volvieron bromas de amigos ("tú me pides a mí un minuto... y yo te doy el reloj! Toma, el peluco!"). Geniales las dos.
3. Clerks: Porque fue la primera que vi de Kevin Smith, porque me reí como una enana y me descubrió un director genial. Viene la segunda parte en nada y menos, por cierto!
4. El gran Lebowsky: La vi -¡por fin!- en tierras valencianas y fue un descubrimiento. Diálogos memorables, personajes geniales, rusos blancos... un acierto de película.
5. El milagro de P. Tinto: La fui a ver al cine, casi arrastrada... y me alegré de haberme dejado llevar. El mundo se divide entre adoradores y detractores de esta película, y estoy en el primer grupo. Además, yo también me echo azúcar hasta que hace montanyita, como una verdadera P. Tinto!
6. Mejor... imposible: Geniales actores, película que deja buen sabor de boca y sonrisa dibujada que perdura. Una de las mejores declaraciones, ese "tú haces que quiera ser mejor persona" de Jack Nicholson. La vi hace una semana, bajo la tormenta, y la lluvia no se atrevió a interrumpir.
7. Una terapia peligrosa: Robert de Niro parodiando el gángster que ha sido, grande, grande. No pasará a la historia de las mejores películas del cine, pero a mí me ha hecho soltar unas carcajadas que guardo en una cajita.
8. Los padres de ella: No sé si es porque repite de Niro, pero también está entre mis favoritas. Ya lo he dicho, soy una espectadora agradecida. Risa fácil, Gacela risuenya.
9. Cuando Harry encontró a Sally: Mi comedia romántica por excelencia. Una de las películas que más veces he visto en mi vida, y siempre me sigue haciendo sonreír. Ya sé que media humanidad odia a Meg Ryan, pero yo no puedo, porque será siempre Sally.
10. Shrek: Porque si tenemos cine de Hollywood, humor inglés, algo romántico, algo alternativo y algo espanyol, nos falta algo de dibujos. Y nada como el ogro verde riéndose de los cuentos de hadas de siempre. Ésta debería comprármela y todo, en el pack coleccionista con la segunda parte, que estuvo a la altura y más allá.
Y hasta aquí hemos llegado. Superándome a mí misma, no sé sintetizar ni cuando simplemente hay que listar diez títulos de películas. Nfins... manyana (o más bien al otro) más.
Pero bueno, aún así tengo películas favoritas, y además me gustan mucho las comedias porque me río muy fácilmente, soy la espectadora que desearía todo director: ríe cuando hay que reír, llora cuando hay que llorar, se angustia cuando se pretende angustia... Una amiga valenciana me decía que le gustaba ver conmigo películas que ella ya se sabía de memoria, porque me nace una risa tan de dentro y contagiosa que acababa ella volviendo a reírse como hacía tiempo.
Pero sí, lo sé. No están los grandes clásicos, no hay nada en blanco y negro, ni de los hermanos Marx, ni siquiera de Woody Allen, qué le vamos a hacer. Por lo menos he ido más allá de American Pie y Scary Movie, así que para lapidaciones, dos calles más arriba. Y encima mi memoria pez en juego... Bah, allá va (el orden no tiene importancia, y me dejaré en el tintero algunas que leeré por ahí y luego me tiraré de los pelos):
1. La vida de Brian / Los caballeros de la mesa cuadrada (y sus locos seguidores): Era una decisión imposible, es pedirle a alguien a quién quiere más, si a mamá o a papá, así que entran las dos. De éstas hasta me sé diálogos también yo. Se pueden ver hasta el infinito y más allá y seguir haciendo gracia. Monty Python forever.
2. El otro lado de la cama / Días de futbol: Otra elección que soy incapaz de hacer (y no, no es mi truco para poner veinte películas en vez de diez). Me gustaron mucho, reí, canté, vi reflejada la vida del barrio y cogí algunas frases que se volvieron bromas de amigos ("tú me pides a mí un minuto... y yo te doy el reloj! Toma, el peluco!"). Geniales las dos.
3. Clerks: Porque fue la primera que vi de Kevin Smith, porque me reí como una enana y me descubrió un director genial. Viene la segunda parte en nada y menos, por cierto!
4. El gran Lebowsky: La vi -¡por fin!- en tierras valencianas y fue un descubrimiento. Diálogos memorables, personajes geniales, rusos blancos... un acierto de película.
5. El milagro de P. Tinto: La fui a ver al cine, casi arrastrada... y me alegré de haberme dejado llevar. El mundo se divide entre adoradores y detractores de esta película, y estoy en el primer grupo. Además, yo también me echo azúcar hasta que hace montanyita, como una verdadera P. Tinto!
6. Mejor... imposible: Geniales actores, película que deja buen sabor de boca y sonrisa dibujada que perdura. Una de las mejores declaraciones, ese "tú haces que quiera ser mejor persona" de Jack Nicholson. La vi hace una semana, bajo la tormenta, y la lluvia no se atrevió a interrumpir.
7. Una terapia peligrosa: Robert de Niro parodiando el gángster que ha sido, grande, grande. No pasará a la historia de las mejores películas del cine, pero a mí me ha hecho soltar unas carcajadas que guardo en una cajita.
8. Los padres de ella: No sé si es porque repite de Niro, pero también está entre mis favoritas. Ya lo he dicho, soy una espectadora agradecida. Risa fácil, Gacela risuenya.
9. Cuando Harry encontró a Sally: Mi comedia romántica por excelencia. Una de las películas que más veces he visto en mi vida, y siempre me sigue haciendo sonreír. Ya sé que media humanidad odia a Meg Ryan, pero yo no puedo, porque será siempre Sally.
10. Shrek: Porque si tenemos cine de Hollywood, humor inglés, algo romántico, algo alternativo y algo espanyol, nos falta algo de dibujos. Y nada como el ogro verde riéndose de los cuentos de hadas de siempre. Ésta debería comprármela y todo, en el pack coleccionista con la segunda parte, que estuvo a la altura y más allá.
Y hasta aquí hemos llegado. Superándome a mí misma, no sé sintetizar ni cuando simplemente hay que listar diez títulos de películas. Nfins... manyana (o más bien al otro) más.
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