martes, 30 de mayo de 2006

Recetas telefónicas

Al salir del supermercado tuve que hacer una llamada de urgencia a Padre.

- Dime
- Tengo un pez
- ¿Tropical? ¿Te has comprado un acuario?
- Nono, si está muerto. Es una merluza.
- Ah.
- El problema es que no sé que hacer con ella
- ¿Cocinarla?
- Por el precio me he planteado ponerla en una hurna en el comedor para que las visitas puedan apreciarla. No tengo ni idea de como se cocina eso.
- Hija, hace siete años que te independizaste , ¿!quieres decirme que no has comprado pescado hasta ahora?!
- ¿Las latitas de atún cuentan?
- Dejémoslo. ¿ Cómo te la han puesto?
- Pues...no sé, le han quitado las espinas. ¿Te puedes creer que me han preguntado si quería la cabeza?¿Para qué?¿Por qué?
- Hay gente que se las queda...
- No estoy preparada para saber más.
- En fin, sólo tienes que salpimentarla y ponerla en papel de aluminio en la sartén, cinco minutos.
- Que sean diez.

No os lo vais a creer pero funciona.
He conseguido que ese bicho de piel escamosa y ojos saltones tenga un aspecto comestible.
Lo he metido en un tupper con delicadeza y me lo he traído a la oficina para que todo el mundo pueda apreciar mi obra.

Acaba de llegar el jefe para decirnos que nos invita a comer fuera.

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