Perra-Foca ha encontrado una pelota de los Lunnis en el parque.
Hubiera sido más entretenido si Perra-Foca entendiera que gran parte de la diversión del juego consiste en devolver la pelota una vez se la has lanzado por primera vez.
Se ha pasado el resto del camino con la pelota en la boca, gruñendo a cualquier perro que se le acercara.
Para Perra-Foca sus congéneres no tienen ningún interés. No entiende que el interés de estos pueda ser otro que su pelota (el hecho de que le intentaran olisquear sus partes traseras ha sido interpretado por la Perra-Foca como una estrategia de despiste).
Ha sido verdaderamente complicado limpiarle las arruguitas de la cara sin que se desprendiera de ella.
Perra-Foca está tumbada en el sofá.
La pelota sigue estando en su boca.
Empieza a ser preocupante.
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