jueves, 27 de octubre de 2005

Ensalada de religiones

De memefollos nepomukienses pasamos a cosas más espirituales... ;) Navegando por la red de redes encontré un enlace, no recuerdo ya en dónde, que me llevó a esta página, donde te hacían unas preguntas y te contestaban cuál era la religión más apropiada para ti. Éstos fueron mis resultados:

You scored as atheism.

You are... an atheist, though you probably already knew this. Also, you probably have several people praying daily for your soul. Instead of simply being "nonreligious," atheists strongly believe in the lack of existence of a higher being, or God.

Atheism - 75%
Buddhism - 71%
Agnosticism - 71%
Satanism - 67%
Paganism - 58%
Islam - 38%
Judaism - 29%
Christianity - 29%
Hinduism - 13%

Y luego estuve pensando un poco... primero en que yo me considero más agnóstica que atea -pero no así el test, que tampoco vamos a tomar como la Razón Reencarnada en la Tierra-. Tanto el creer en un Dios como el estar firmemente convencido de su no existencia me parece que lleva una parte de Fe de la que yo carezco (cuando no puedes saber algo con certeza, como es el caso, tener una posición de creencia firme, de uno u otro lado, siempre conllevará Fe).

Y es que la gente necesita tener Fe en algo, creer en algo, y las religiones suplen esa carencia. Pero piden cosas a cambio, nadie da nada gratis ya. Te dan seguridad, confianza... y te exigen un comportamiento conceto, unos rezos, unos servicios. Te quitan el miedo a la muerte con un cielo que te espera con una próxima reencarnación, difuminan tu soledad con la idea de que Él siempre está contigo... y te piden que cumplas las normas dictadas por sabe-Dios-quién -nunca mejor dicho-, unas normas muchas veces institucionalizadas (y cuando las instituciones entran en juego, mercantilizan los sentimientos, y además el perpetuar la propia institución, crecer -casi como si habláramos de empresas- pasa a ser uno de los objetivos principales). Y eso no puede por menos que echarme para atrás.

Pero me miro por dentro y no soy ajena a la Fe... sólo que la tengo en otras cosas (y pueden prepararse paa un párrafo cursi, empalagoso, no apto para diabéticos). Fe en los sentimientos, en la capacidad de la gente para sonreír y para hacer brotar sonrisas en quienes tenemos cerca. Fe en cierta bondad que anida en la mayoría de nosotros (ya no digo en todos, porque he conocido alguna gente que pisaría esa frase, pero muy poca, por suerte). Fe en los vínculos que nos entrelazan. Fe en Ti, en mí, en nosotros.

Lo demás, si dioses... no pasan de dioses menores, como el libro de Terry Pratchett. Que no me conocen, que no me afectan, que no me guían. Dioses cuyas normas me son ajenas, cuyos paraísos me pillan demasiado lejos, y hay antes tantos viajes por hacer, tantos paraísos cercanos, tangibles, en los que perderse...

...y, si quieres saberlo, destacando entre ellos encuentro el brillo de tu mirada ilusionada, tu voz al otro lado de la línea, tu nosotros en tus labios, realizable. Mis paraísos particulares, hoy menos desiertos que ayer.

Ensalada de religiones

De memefollos nepomukienses pasamos a cosas más espirituales... ;) Navegando por la red de redes encontré un enlace, no recuerdo ya en dónde, que me llevó a esta página, donde te hacían unas preguntas y te contestaban cuál era la religión más apropiada para ti. Éstos fueron mis resultados:

You scored as atheism.

You are... an atheist, though you probably already knew this. Also, you probably have several people praying daily for your soul. Instead of simply being "nonreligious," atheists strongly believe in the lack of existence of a higher being, or God.

Atheism - 75%
Buddhism - 71%
Agnosticism - 71%
Satanism - 67%
Paganism - 58%
Islam - 38%
Judaism - 29%
Christianity - 29%
Hinduism - 13%

Y luego estuve pensando un poco... primero en que yo me considero más agnóstica que atea -pero no así el test, que tampoco vamos a tomar como la Razón Reencarnada en la Tierra-. Tanto el creer en un Dios como el estar firmemente convencido de su no existencia me parece que lleva una parte de Fe de la que yo carezco (cuando no puedes saber algo con certeza, como es el caso, tener una posición de creencia firme, de uno u otro lado, siempre conllevará Fe).

Y es que la gente necesita tener Fe en algo, creer en algo, y las religiones suplen esa carencia. Pero piden cosas a cambio, nadie da nada gratis ya. Te dan seguridad, confianza... y te exigen un comportamiento conceto, unos rezos, unos servicios. Te quitan el miedo a la muerte con un cielo que te espera con una próxima reencarnación, difuminan tu soledad con la idea de que Él siempre está contigo... y te piden que cumplas las normas dictadas por sabe-Dios-quién -nunca mejor dicho-, unas normas muchas veces institucionalizadas (y cuando las instituciones entran en juego, mercantilizan los sentimientos, y además el perpetuar la propia institución, crecer -casi como si habláramos de empresas- pasa a ser uno de los objetivos principales). Y eso no puede por menos que echarme para atrás.

Pero me miro por dentro y no soy ajena a la Fe... sólo que la tengo en otras cosas (y pueden prepararse paa un párrafo cursi, empalagoso, no apto para diabéticos). Fe en los sentimientos, en la capacidad de la gente para sonreír y para hacer brotar sonrisas en quienes tenemos cerca. Fe en cierta bondad que anida en la mayoría de nosotros (ya no digo en todos, porque he conocido alguna gente que pisaría esa frase, pero muy poca, por suerte). Fe en los vínculos que nos entrelazan. Fe en Ti, en mí, en nosotros.

Lo demás, si dioses... no pasan de dioses menores, como el libro de Terry Pratchett. Que no me conocen, que no me afectan, que no me guían. Dioses cuyas normas me son ajenas, cuyos paraísos me pillan demasiado lejos, y hay antes tantos viajes por hacer, tantos paraísos cercanos, tangibles, en los que perderse...

...y, si quieres saberlo, destacando entre ellos encuentro el brillo de tu mirada ilusionada, tu voz al otro lado de la línea, tu nosotros en tus labios, realizable. Mis paraísos particulares, hoy menos desiertos que ayer.

martes, 25 de octubre de 2005

Te gusta... y me gusta... (Memefollo 2.0)

Yo soy tu indómita gacela,
yo soy el viento desatado en la montanya...
______________________

Mi cuerpo desde siempre parece haberte querido,
haberte estado esperando.

Gioconda Belli

Nepomuk, muy amablemente (y por favor, nótese la ironía), ha tenido la brillante idea de incluirme en un bonito juego tipo la fase avanzada del beso-verdad-atrevimiento al que todos hemos jugado de ninyos. Unas preguntas muy discretas que hay que contestar en nuestros blogs, y que hay que pasar a tres nuevas personas cuando uno ya las ha contestado. Y la suave y dulce Gacela, en sus propias palabras, no se podía escapar. Así que aquí estamos... ensenyando una cara nueva. A ver qué sale de todo esto:

1. Cuál fue el mejor polvo de tu vida?

Dudo entre dos... uno de ellos en Ávila, con unos amigos invitados en la planta de abajo. No llevábamos demasiado tiempo juntos y nunca hasta entonces me había dejado llevar tanto, sin importarme lo que pensara nadie, sólo centrándome en las sensaciones cada vez más intensas por todo mi cuerpo, como si despertaran mi cuerpo dormido... Gemidos, jadeos, aranyazos, algun grito... y recuerdo cómo me excitaba además el hecho de saber que era posible que nos estuvieran oyendo.

El otro fue en Bonn, en una de mis visitas... íbamos a salir a comprar y le miré, y le vi tan inmensamente deseable que tuvimos que aparcar todo lo demás, porque no podía pensar en nada que no fuera sentirle en mí. Fue especialmente salvaje y pasional, ahora contra la pared, ahora rodamos por la moqueta... buf.

2. Cuál es el sitio más original donde has follado?

No soy especialmente original, me gusta estar cómoda y me encantan las camas ;-) Eso sí... lo he hecho en muchas ciudades distintas -lo que tiene el InterRaíl- para compensar.

3. Qué es lo que más me gusta en el momento del folle?

Me gustan tantas cosas... que diga mi nombre, que me llame, ansioso, que me pida que no pare, que siga... que me hable y notar cómo se le rompe la voz, jadeante, anhelante. Estar encima de él y verle la cara cuando está a punto de irse, cuando no puede más. Llevarle hasta el límite y parar, acercarme e irme, que crea que sí y aún no, y sentirme poderosa, duenya de su placer. Ser Diosa por un momento.

4. Qué es lo que más odias en el momento del folle?

Que estén pendientes del tiempo porque hay que hacer algo después. Los "hay que"´s.

5. Qué fantasía sexual te queda por cumplir?

La más recurrente es la de los tríos, con chico y chica o dos chicos. Aclaración, cuando digo trío, digo trío. No dos que sólo se fijen en mí, sino un trío, los tres con los tres. Y solía pensarme candidatos, hasta hablábamos de ello... pero sigue en el tintero.

6. Con qué personaje masculino y femenino de la blogosfera te darías un revolcón sin dudar?

No tengo la más mínima duda... Él? Lord Jim, el místico capitán de barco dando rienda a su deseo en mis brazos... Ella? Isthar, felina ninya-mujer, que si se mueve como baila tiene que ser capaz de llevar muy lejos a cualquiera que tenga la suerte de caer en su red.


Y esto es todo (y sigo siendo Gacela suave y dulce, eh?). Pueden seguir respondiendo Isthar, Amelie y Fujur. Que no decaiga.

Te gusta... y me gusta... (Memefollo 2.0)

Yo soy tu indómita gacela,
yo soy el viento desatado en la montanya...
______________________

Mi cuerpo desde siempre parece haberte querido,
haberte estado esperando.

Gioconda Belli

Nepomuk, muy amablemente (y por favor, nótese la ironía), ha tenido la brillante idea de incluirme en un bonito juego tipo la fase avanzada del beso-verdad-atrevimiento al que todos hemos jugado de ninyos. Unas preguntas muy discretas que hay que contestar en nuestros blogs, y que hay que pasar a tres nuevas personas cuando uno ya las ha contestado. Y la suave y dulce Gacela, en sus propias palabras, no se podía escapar. Así que aquí estamos... ensenyando una cara nueva. A ver qué sale de todo esto:

1. Cuál fue el mejor polvo de tu vida?

Dudo entre dos... uno de ellos en Ávila, con unos amigos invitados en la planta de abajo. No llevábamos demasiado tiempo juntos y nunca hasta entonces me había dejado llevar tanto, sin importarme lo que pensara nadie, sólo centrándome en las sensaciones cada vez más intensas por todo mi cuerpo, como si despertaran mi cuerpo dormido... Gemidos, jadeos, aranyazos, algun grito... y recuerdo cómo me excitaba además el hecho de saber que era posible que nos estuvieran oyendo.

El otro fue en Bonn, en una de mis visitas... íbamos a salir a comprar y le miré, y le vi tan inmensamente deseable que tuvimos que aparcar todo lo demás, porque no podía pensar en nada que no fuera sentirle en mí. Fue especialmente salvaje y pasional, ahora contra la pared, ahora rodamos por la moqueta... buf.

2. Cuál es el sitio más original donde has follado?

No soy especialmente original, me gusta estar cómoda y me encantan las camas ;-) Eso sí... lo he hecho en muchas ciudades distintas -lo que tiene el InterRaíl- para compensar.

3. Qué es lo que más me gusta en el momento del folle?

Me gustan tantas cosas... que diga mi nombre, que me llame, ansioso, que me pida que no pare, que siga... que me hable y notar cómo se le rompe la voz, jadeante, anhelante. Estar encima de él y verle la cara cuando está a punto de irse, cuando no puede más. Llevarle hasta el límite y parar, acercarme e irme, que crea que sí y aún no, y sentirme poderosa, duenya de su placer. Ser Diosa por un momento.

4. Qué es lo que más odias en el momento del folle?

Que estén pendientes del tiempo porque hay que hacer algo después. Los "hay que"´s.

5. Qué fantasía sexual te queda por cumplir?

La más recurrente es la de los tríos, con chico y chica o dos chicos. Aclaración, cuando digo trío, digo trío. No dos que sólo se fijen en mí, sino un trío, los tres con los tres. Y solía pensarme candidatos, hasta hablábamos de ello... pero sigue en el tintero.

6. Con qué personaje masculino y femenino de la blogosfera te darías un revolcón sin dudar?

No tengo la más mínima duda... Él? Lord Jim, el místico capitán de barco dando rienda a su deseo en mis brazos... Ella? Isthar, felina ninya-mujer, que si se mueve como baila tiene que ser capaz de llevar muy lejos a cualquiera que tenga la suerte de caer en su red.


Y esto es todo (y sigo siendo Gacela suave y dulce, eh?). Pueden seguir respondiendo Isthar, Amelie y Fujur. Que no decaiga.

domingo, 23 de octubre de 2005

Sonrisa para dormir

Soy una muchacha de lágrima fácil, es verdad, y las cosas que me duelen, me duelen mucho, y cuando lo paso mal, lo paso muy mal...

...pero también tengo la otra cara de la moneda. Me ilusiono fácilmente, cojo carinyo a los demás fácilmente también, y enseguida me sacan una sonrisa. Sincera, de las que salen de dentro y llenan de luz una habitación.

Me gusta cuando eso pasa, que en realidad es bastante a menudo aunque no suela venir aquí a decirlo -reservo este blog para lo que no puedo exteriorizar, mis momentos más grises, aunque seguramente no sea buena idea, ya me lo dicen de cuando en cuando-. Y la red de redes es un buen lugar para recoger muchos de esos buenos momentos.

Algunos de ellos pasan en un foro en el que escribo y comparto muchas cosas. Pero no es en él donde he encontrado la sonrisa -amplia, cálida- que me llevo a la cama esta noche. No. La de esta noche le pertenece a Ariel Nepomuk, un ninyo rubio, brillante, ingenioso, cálido, buena gente, duenyo de uno de los mejores blogs que he tenido ocasión de encontrar en Internet (hermano de ese otro que merece cada minuto invertido en él, el del mejor cuentacuentos y narrador de historias que me he encontrado por estos lares, Lord Jim).

Hace anyos que me conecto a Internet y en este tiempo he tenido ocasión de conocer a mucha gente, muchos en persona, que se han convertido en grandes amigos, hasta alguna pareja. A Nepo no le conozco en persona, pero no me hace falta para haberle cogido carinyo... y a él no le hace falta para haberme regalado muchas de mis sonrisas, las que han hecho más llevadero el tiempo tormentoso que me acompanya demasiado a menudo.

No soy una persona importante en su vida, no he charlado con él en el messenger ni en el chat donde se junta con varios de los que leen su blog, pero tampoco eso ha hecho falta para crear el hábito de pasarme por su página, para desearle suerte ante una entrevista o una enfermedad, para sentirme cerca en algunos momentos. O para que su risa, contagiosa, cercana, cálida... contagie a la mía. Fuera preocupaciones, fuera el frío, sólo lugar para la risa del ninyo luminoso y la risa de un bicho suave que se siente acompanyada en la noche.

Muchas noches me cuesta conciliar el suenyo y mi mente divaga por caminos que haría mejor en no visitar, lo que aleja aún más el suenyo. Esta noche voy a dormir arrebujadita entre la risa de Nepo y las historias de Jim. Y en suenyos voy a pasar de Gacela a Águila, volando por encima de todo, descubriendo universos, riendo en cascada.

Gracias, Nepo.

[No te pierdas su risa... aquí]

Sonrisa para dormir

Soy una muchacha de lágrima fácil, es verdad, y las cosas que me duelen, me duelen mucho, y cuando lo paso mal, lo paso muy mal...

...pero también tengo la otra cara de la moneda. Me ilusiono fácilmente, cojo carinyo a los demás fácilmente también, y enseguida me sacan una sonrisa. Sincera, de las que salen de dentro y llenan de luz una habitación.

Me gusta cuando eso pasa, que en realidad es bastante a menudo aunque no suela venir aquí a decirlo -reservo este blog para lo que no puedo exteriorizar, mis momentos más grises, aunque seguramente no sea buena idea, ya me lo dicen de cuando en cuando-. Y la red de redes es un buen lugar para recoger muchos de esos buenos momentos.

Algunos de ellos pasan en un foro en el que escribo y comparto muchas cosas. Pero no es en él donde he encontrado la sonrisa -amplia, cálida- que me llevo a la cama esta noche. No. La de esta noche le pertenece a Ariel Nepomuk, un ninyo rubio, brillante, ingenioso, cálido, buena gente, duenyo de uno de los mejores blogs que he tenido ocasión de encontrar en Internet (hermano de ese otro que merece cada minuto invertido en él, el del mejor cuentacuentos y narrador de historias que me he encontrado por estos lares, Lord Jim).

Hace anyos que me conecto a Internet y en este tiempo he tenido ocasión de conocer a mucha gente, muchos en persona, que se han convertido en grandes amigos, hasta alguna pareja. A Nepo no le conozco en persona, pero no me hace falta para haberle cogido carinyo... y a él no le hace falta para haberme regalado muchas de mis sonrisas, las que han hecho más llevadero el tiempo tormentoso que me acompanya demasiado a menudo.

No soy una persona importante en su vida, no he charlado con él en el messenger ni en el chat donde se junta con varios de los que leen su blog, pero tampoco eso ha hecho falta para crear el hábito de pasarme por su página, para desearle suerte ante una entrevista o una enfermedad, para sentirme cerca en algunos momentos. O para que su risa, contagiosa, cercana, cálida... contagie a la mía. Fuera preocupaciones, fuera el frío, sólo lugar para la risa del ninyo luminoso y la risa de un bicho suave que se siente acompanyada en la noche.

Muchas noches me cuesta conciliar el suenyo y mi mente divaga por caminos que haría mejor en no visitar, lo que aleja aún más el suenyo. Esta noche voy a dormir arrebujadita entre la risa de Nepo y las historias de Jim. Y en suenyos voy a pasar de Gacela a Águila, volando por encima de todo, descubriendo universos, riendo en cascada.

Gracias, Nepo.

[No te pierdas su risa... aquí]

domingo, 16 de octubre de 2005

Despedidas

No sé despedirme. La mayoría de las veces no entiendo siquiera la razón de las despedidas, la razón de prescindir de aquellos que han sido tan importantes en tu vida. Lo que más me duele, me desgarra, son los adioses. Me hacen pequenya, indefensa, desnuda en medio de la tormenta. Me hacen dudar de todo.

Qué nos lleva a acercarnos, compartirnos... para luego cerrar la puerta con candado y mil cerrojos, olvidar y dejar todo en un pasado al que no queremos volver, al que ni siquiera miramos a la cara para no recordar?

Si el mundo es una sucesión de despedidas, me resulta ajeno, lejano. Si las relaciones humanas son un camino que se descubre de la mano para luego descubrir caminos separados y no saber nada más de quien un día te acompanyó, no soy capaz de entenderlas.

Caminos nuevos, sí... pero sin prescindir de los antiguos vínculos. Los vínculos no han de estar siempre bajo la misma forma, puede ser un vínculo cambiante según las necesidades también cambiantes... pero no entiendo que deba perderse.

El dolor no va a cesar. No mientras me resista a entender, y no entiendo. Y me desangro en esa incomprensión...

Despedidas

No sé despedirme. La mayoría de las veces no entiendo siquiera la razón de las despedidas, la razón de prescindir de aquellos que han sido tan importantes en tu vida. Lo que más me duele, me desgarra, son los adioses. Me hacen pequenya, indefensa, desnuda en medio de la tormenta. Me hacen dudar de todo.

Qué nos lleva a acercarnos, compartirnos... para luego cerrar la puerta con candado y mil cerrojos, olvidar y dejar todo en un pasado al que no queremos volver, al que ni siquiera miramos a la cara para no recordar?

Si el mundo es una sucesión de despedidas, me resulta ajeno, lejano. Si las relaciones humanas son un camino que se descubre de la mano para luego descubrir caminos separados y no saber nada más de quien un día te acompanyó, no soy capaz de entenderlas.

Caminos nuevos, sí... pero sin prescindir de los antiguos vínculos. Los vínculos no han de estar siempre bajo la misma forma, puede ser un vínculo cambiante según las necesidades también cambiantes... pero no entiendo que deba perderse.

El dolor no va a cesar. No mientras me resista a entender, y no entiendo. Y me desangro en esa incomprensión...

jueves, 13 de octubre de 2005

De futuros por nacer

Construcción. Destrucción. Arriba, abajo. Nacimiento, muerte. De nuevo, los opuestos que se cruzan y descruzan.

Es desolador ver que puedes construir las cosas con toda la ilusión del mundo, construirlas hacia arriba, haciéndolas crecer, alimentándolas día a día... para encontrarte en un manyana inesperado con cuanto construiste roto.

Demasiadas promesas rotas. Esas promesas que me hicieron lanzarme a tus brazos con los ojos cerrados, confiada, sin cordón de seguridad. Porque no se repetiría, porque siempre estaríamos cerca de una u otra manera, porque construiríamos un vínculo que nos iba a unir siempre. Inocente o ingenua por creer en ese siempre? No lo creo. Una relación puede no durar siempre, pero el vínculo no tiene por qué perderse, sólo aprender a transformarse en otro tipo de relación.

Y yo lo creí, lo creí después de que me hubieran roto otros vínculos en la cara, y de haberme despedido de ellos con más lágrimas de las que creí ser capaz de dejarme en el camino. Contigo no haría falta, dijiste. Y era cierto, tú arrastrabas tus vínculos del pasado hasta el presente, tú eras más sabio, tú incluías en tu vida los amores del ayer sin perder la ternura del hoy. Lo vi, confié, se fueron miedos y dudas...

...hasta que las promesas se rompieron. Y sigo creyéndote, sigo creyendo -a duras penas- en un futuro donde sabremos reencontrarnos sin hacernos danyo, sabremos construir una amistad en medio de este vacío, sabremos estar cerca el uno del otro, de alguna manera. Pero me desgarran los días de ausencia entre medias, y me temo cuando mi fe en ti, en nosotros, flaquea.

No voy a olvidarte, pese a los consejos. No voy a acostumbrarme a tu ausencia, al silencio. Voy a sufrirte mientras me refugio en un futuro que hoy no es, pero por fuerza será. Si no confío, estoy perdida.

De futuros por nacer

Construcción. Destrucción. Arriba, abajo. Nacimiento, muerte. De nuevo, los opuestos que se cruzan y descruzan.

Es desolador ver que puedes construir las cosas con toda la ilusión del mundo, construirlas hacia arriba, haciéndolas crecer, alimentándolas día a día... para encontrarte en un manyana inesperado con cuanto construiste roto.

Demasiadas promesas rotas. Esas promesas que me hicieron lanzarme a tus brazos con los ojos cerrados, confiada, sin cordón de seguridad. Porque no se repetiría, porque siempre estaríamos cerca de una u otra manera, porque construiríamos un vínculo que nos iba a unir siempre. Inocente o ingenua por creer en ese siempre? No lo creo. Una relación puede no durar siempre, pero el vínculo no tiene por qué perderse, sólo aprender a transformarse en otro tipo de relación.

Y yo lo creí, lo creí después de que me hubieran roto otros vínculos en la cara, y de haberme despedido de ellos con más lágrimas de las que creí ser capaz de dejarme en el camino. Contigo no haría falta, dijiste. Y era cierto, tú arrastrabas tus vínculos del pasado hasta el presente, tú eras más sabio, tú incluías en tu vida los amores del ayer sin perder la ternura del hoy. Lo vi, confié, se fueron miedos y dudas...

...hasta que las promesas se rompieron. Y sigo creyéndote, sigo creyendo -a duras penas- en un futuro donde sabremos reencontrarnos sin hacernos danyo, sabremos construir una amistad en medio de este vacío, sabremos estar cerca el uno del otro, de alguna manera. Pero me desgarran los días de ausencia entre medias, y me temo cuando mi fe en ti, en nosotros, flaquea.

No voy a olvidarte, pese a los consejos. No voy a acostumbrarme a tu ausencia, al silencio. Voy a sufrirte mientras me refugio en un futuro que hoy no es, pero por fuerza será. Si no confío, estoy perdida.

lunes, 10 de octubre de 2005

Agujas

Se clava.

Tu ausencia se clava.

Tu silencio se clava.

Tu no-más-mirada se clava.

Su voz se clava.

Su poder -enorme, brutal- se clava.

Sus palabras -posesivas, ganadoras- se clavan.

Ella viene a vivir a Madrid. Mi ciudad será la suya. Y de nuevo, aprenderé a dejar sitio libre. A perder el que me perteneció algún día.

Sé que junto a ella, nunca vas a mostrar interés por recuperar ninguna cercanía conmigo. Yo sola no puedo tejer vínculos, los vínculos son siempre compartidos. Y con ella aquí, en nuestra ciudad, en tu sofá... no echarás de menos vínculos que un día juraste proteger y alimentar, fuera de la forma que fuera.

Y esa certeza es la peor de las agujas.

Agujas

Se clava.

Tu ausencia se clava.

Tu silencio se clava.

Tu no-más-mirada se clava.

Su voz se clava.

Su poder -enorme, brutal- se clava.

Sus palabras -posesivas, ganadoras- se clavan.

Ella viene a vivir a Madrid. Mi ciudad será la suya. Y de nuevo, aprenderé a dejar sitio libre. A perder el que me perteneció algún día.

Sé que junto a ella, nunca vas a mostrar interés por recuperar ninguna cercanía conmigo. Yo sola no puedo tejer vínculos, los vínculos son siempre compartidos. Y con ella aquí, en nuestra ciudad, en tu sofá... no echarás de menos vínculos que un día juraste proteger y alimentar, fuera de la forma que fuera.

Y esa certeza es la peor de las agujas.

jueves, 6 de octubre de 2005

Un paso adelante, dos atrás

Vuelvo a este blog que tenía tan abandonado, el pobre, porque de nuevo lo que pasa por mi cabeza es mejor que lo grite en silencio, que se quede en esas palabras que nadie escucha.

Ayer hablé contigo y retrocedimos lo poco que habíamos sido capaces de avanzar en todos estos meses. Otra vez volvemos a la espera, al no saber, al hueco dentro del pecho. Una vez más soy declarada persona non grata y tengo que conformarme, y entender y ponerme en tu lugar y saber que para ti también es duro y que no es lo que querrías. Volver a agarrarme a la tenue esperanza de que algún día sabremos construir un futuro diferente.

Pero ese futuro no llegará nunca si no trabajamos por él, si no dejamos de castigar y de mezclar relaciones que no tienen nada que ver. Me decías que el que L. estuviera contigo tenía mucho que ver. Pero L. no soy yo, y la relación que tienes con ella no debería impedir la que podrías tener conmigo. Yo nunca te impedí tener los vínculos que tú eligieras, aunque algunos me hicieran sentir insegura. Deberías ser más fuerte, deberías ser más Tú.

Llevamos diez meses jugando a darnos tiempo para encontrar nuestros caminos, y desde ahí, el de encuentro. Pero a veces pienso que sólo yo quiero que volvamos a encontrarnos de alguna manera... pese a tus palabras.

Ayer hablamos y de nuevo hice lo que sentí que tenía que hacer, cumplí con mi deber y guardé las palabras que no quieres oír. Te apoyé, te dije que no te preocuparas y que confiaba en tu buen criterio. Que sabía que acabaríamos encontrando sin hacernos más danyo más tarde o más temprano. Quise allanarte el camino, quise que uno de los dos se sintiera mejor después de la conversación. No te quiero sufriendo...

...pero inevitablemente yo me perdía en el camino. Es duro que no pudiera defenderme, que no pueda pelearme mi espacio para no ponerte las cosas más difíciles. No puedo apostar por mí porque entre Tú y Yo, apuesto por ti.

Hace unas semanas elegí dejar de tomar la medicación, estar más despierta aunque la lucidez me da también algo de miedo. Hoy creo que tendré que volver al letargo para aplacar un poco la sensación de ahogo en el pecho.

Diez meses. Y un futuro distinto que no llega. Que hoy está más lejos que ayer.

Un paso adelante, dos atrás

Vuelvo a este blog que tenía tan abandonado, el pobre, porque de nuevo lo que pasa por mi cabeza es mejor que lo grite en silencio, que se quede en esas palabras que nadie escucha.

Ayer hablé contigo y retrocedimos lo poco que habíamos sido capaces de avanzar en todos estos meses. Otra vez volvemos a la espera, al no saber, al hueco dentro del pecho. Una vez más soy declarada persona non grata y tengo que conformarme, y entender y ponerme en tu lugar y saber que para ti también es duro y que no es lo que querrías. Volver a agarrarme a la tenue esperanza de que algún día sabremos construir un futuro diferente.

Pero ese futuro no llegará nunca si no trabajamos por él, si no dejamos de castigar y de mezclar relaciones que no tienen nada que ver. Me decías que el que L. estuviera contigo tenía mucho que ver. Pero L. no soy yo, y la relación que tienes con ella no debería impedir la que podrías tener conmigo. Yo nunca te impedí tener los vínculos que tú eligieras, aunque algunos me hicieran sentir insegura. Deberías ser más fuerte, deberías ser más Tú.

Llevamos diez meses jugando a darnos tiempo para encontrar nuestros caminos, y desde ahí, el de encuentro. Pero a veces pienso que sólo yo quiero que volvamos a encontrarnos de alguna manera... pese a tus palabras.

Ayer hablamos y de nuevo hice lo que sentí que tenía que hacer, cumplí con mi deber y guardé las palabras que no quieres oír. Te apoyé, te dije que no te preocuparas y que confiaba en tu buen criterio. Que sabía que acabaríamos encontrando sin hacernos más danyo más tarde o más temprano. Quise allanarte el camino, quise que uno de los dos se sintiera mejor después de la conversación. No te quiero sufriendo...

...pero inevitablemente yo me perdía en el camino. Es duro que no pudiera defenderme, que no pueda pelearme mi espacio para no ponerte las cosas más difíciles. No puedo apostar por mí porque entre Tú y Yo, apuesto por ti.

Hace unas semanas elegí dejar de tomar la medicación, estar más despierta aunque la lucidez me da también algo de miedo. Hoy creo que tendré que volver al letargo para aplacar un poco la sensación de ahogo en el pecho.

Diez meses. Y un futuro distinto que no llega. Que hoy está más lejos que ayer.