lunes, 10 de octubre de 2005

Agujas

Se clava.

Tu ausencia se clava.

Tu silencio se clava.

Tu no-más-mirada se clava.

Su voz se clava.

Su poder -enorme, brutal- se clava.

Sus palabras -posesivas, ganadoras- se clavan.

Ella viene a vivir a Madrid. Mi ciudad será la suya. Y de nuevo, aprenderé a dejar sitio libre. A perder el que me perteneció algún día.

Sé que junto a ella, nunca vas a mostrar interés por recuperar ninguna cercanía conmigo. Yo sola no puedo tejer vínculos, los vínculos son siempre compartidos. Y con ella aquí, en nuestra ciudad, en tu sofá... no echarás de menos vínculos que un día juraste proteger y alimentar, fuera de la forma que fuera.

Y esa certeza es la peor de las agujas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario