sábado, 30 de junio de 2007

I de Instantes

Tengo la espalda roja. Demasiado tiempo en la piscina. Qué vacaciones aquellas en las que Sara no paraba de decir: "el sol me pone sensual". Cuántas risas. ¿Qué habrá sido de ella?. Tengo sms pendientes de responder. Qué calor. Por fin podré ponerme el vestido de rayitas. Aquel que me traje de Amsterdam. Cuánta hierba. Voy a pedirme una infusión con hielo. ¿Por qué en Inglaterra siempre tomarán el té a las cinco? Tengo que hablar con Cuñada de lo de la escapada a Londres. Necesito un móvil nuevo. Detesto hacer traspase de números. Mi agenda también es de rayitas. Qué obsesión. Pero me gustó aquella camiseta de lunares. Qué gracioso el topo que se encontró un día padre en la escalera. Tengo la espalda muy roja...

martes, 26 de junio de 2007

Calma

Calma. No la que precede a la tormenta, no una calma tensa que anticipa el huracán que se esconde detrás. Sólo calma.

Y fuera hay torbellinos que podrían hacerme dar un traspiés, pero de momento esperan tras la puerta cerrada, sin atreverse a inmiscuirse en mi día a día. Quizá es que aprendo a manejar mejor mi espacio, quizá es sólo que vengo teniendo una racha de suerte acumulada.

La semana pasada cumplí anyos. Hablé con un buen punyado de gente a la que aprecio y por la que me siento querida. Y quien no estuvo presente en voz, encontró la manera de estar cerca desde la distancia. Sonrisas, mensajes en el teléfono que se transcriben a un cuaderno de buenos momentos, donde no se pierdan.

Calma. Aunque más allá se avecinen esos cambios que siempre me hacen tambalear, aunque haya companyías que echo en falta, aunque siempre hay un "podría estar mejor" donde no alcanzo a llegar...

...pero estoy bien, mucho mejor de lo que podía imaginar hace algunos meses. Quizá hay que saber distinguir lo importante de lo que no lo es. Aceptar lo inevitable, y dentro de eso, ir manejando la vida lo mejor posible, capeando el temporal cuando el sol se oculta tras nubarrones negros, disfrutando cuando el viento acompanya.

Y mi viento está acompanyando. Espero que el tuyo también...

Calma

Calma. No la que precede a la tormenta, no una calma tensa que anticipa el huracán que se esconde detrás. Sólo calma.

Y fuera hay torbellinos que podrían hacerme dar un traspiés, pero de momento esperan tras la puerta cerrada, sin atreverse a inmiscuirse en mi día a día. Quizá es que aprendo a manejar mejor mi espacio, quizá es sólo que vengo teniendo una racha de suerte acumulada.

La semana pasada cumplí anyos. Hablé con un buen punyado de gente a la que aprecio y por la que me siento querida. Y quien no estuvo presente en voz, encontró la manera de estar cerca desde la distancia. Sonrisas, mensajes en el teléfono que se transcriben a un cuaderno de buenos momentos, donde no se pierdan.

Calma. Aunque más allá se avecinen esos cambios que siempre me hacen tambalear, aunque haya companyías que echo en falta, aunque siempre hay un "podría estar mejor" donde no alcanzo a llegar...

...pero estoy bien, mucho mejor de lo que podía imaginar hace algunos meses. Quizá hay que saber distinguir lo importante de lo que no lo es. Aceptar lo inevitable, y dentro de eso, ir manejando la vida lo mejor posible, capeando el temporal cuando el sol se oculta tras nubarrones negros, disfrutando cuando el viento acompanya.

Y mi viento está acompanyando. Espero que el tuyo también...

lunes, 25 de junio de 2007

H de Hechizos

Madre me pide que la acompañe a la iglesia para recoger agua bendita.
- Es vital para el conjuro- dice, muy seria
- Ya, pero es que yo tengo que coger un tren y voy tarde...
- Ay, no seas así...acompáñame, ya sabes que me da pavor entrar a una iglesia sola.
- Claro, entrar a una iglesia sola te da miedo y formar un akelarre en la playa en plena noche,no.
Ignora la observación y continúa, zalamera:
- Vamos, si será un momentito...¡Y esta noche pongo una velita para ti también!
Yo sonrío y asiento con la cabeza.
Ella prosigue con una largo paloteo sobre las velas que necesita comprar, los colores adecuados, lo que hay que escribir en ellas, el momento en el que se deben encender, qué se debe hacer con ellas luego...
Y yo sonrío y asiento con la cabeza.
Porque ella ya tiene toda su atención concentrada en los detalles de su liturgia particular.
Pero sobretodo porque no quiero decir en voz alta, no sé si en consideración a ella o a mí misma, que yo ya no creo en la magia.

miércoles, 20 de junio de 2007

G de Ganas

Ganas de tener ganas.
Que no es poco.

jueves, 14 de junio de 2007

F de Fórmula

Economía doméstica anual en su vertiente estética aplicada a la climatología local

Haber:

2(otoño + invierno) x 2(frío + lluvia) / 365 = óptima rentabilidad del abrigo comprado esta temporada

Debe:

2(otoño + invierno) x 2(frío + lluvia) / 365 = previsión de alta inversión en el solarium

sábado, 9 de junio de 2007

E de Eva

- ¿Cómo te llamas?
- Eva
- Pues creo que Sabina compuso hace tiempo algo para nosotros. Escucha:

Todo empezó cuando aquella serpiente
me trajo una manzana y dijo: “prueba”
Yo me llamaba Adán,
seguramente tú te llamabas Eva.
Vivíamos de squatters en un piso
abandonado de Moratalaz,
si no has estado allí no has visto
el Paraíso Terrenal.
Cogimos un colchón de una basura,
dos sillas y una mesa con tres patas,
mientras yo emborronaba partituras
tú freías las patatas.
Plantamos cañamones de Ketama
y un tiesto nos creció ante el ventanal
con una rama de árbol de la ciencia
del bien y del mal.
A Eva le gustaba estar morena
y se tumbaba cada tarde al sol,
nadie vió nunca una sirena
tan desnuda en un balcón.
Pronto en cada ventana hubo un marido
a la hora en que montaba
el show mi chica,
aunque la tele diera en diferido
el Real Madrid-Benfica.
Un día la víbora del entresuelo
en trance a su consorte sorprendió,
formó un revuelo y telefoneó
al cero noventa y dos.
Y como no teníamos apellidos,
ni hojas de parra,
ni un tío concejal,
ni más Dios que Cupido
no sirvió de nada protestar.
Eva tomando el sol
bendito descontrol,
besos, cebolla y pan…
¿qué más quieres Adán?
Un juez que se creía Dios dispuso
que precintara un guardia nuestro piso
no quedan plazas para dos intrusos
en el Paraíso.
Estábamos sobre el colchón desnudos
jugando a nuestro juego favorito,
al ver entrar la pasma
Eva no pudo sofocar un grito.
A golpes la bajó por la escalera un
ángel disfrazado de alguacil
sin importarle un pijo que estuviera
encinta de Caín.
Hoy Eva vende en un supermercado
manzanas del pecado original
yo canto en la calle Preciados
todos me llaman Adán.
Eva tomando el sol
bendito descontrol,
besos, cebolla y pan…
¿qué más quieres Adán?



Joaquín Sabina
El Hombre del Traje Gris


miércoles, 6 de junio de 2007

D de Desierto

Día 1

Una llama intenta morder a Suegra en el desierto de Atacama.

Día 2

A Novio le entra el mal de altura en los geysers del Tatio.

Día 3

Estoy a punto de despeñarme por las murallas en ruinas de Pukara de Lasana intentando tomar fotografías de los petroglifos.

Cuando leí en el tríptico de la agencia de viajes "¡Vive las auténticas aventuras del desierto!" pensé que se referían a otra cosa, la verdad.