miércoles, 11 de junio de 2008

OBRAS DE OSVALDO SALERNO en Asunción .Paraguay.


EXPOSICIÓN/

MUSEO/FUNDACIÓN MIGLIORISI

La exposición

El día miércoles 11 de junio, a las 19.30 hs. será inaugurada una exposición de Osvaldo Salerno titulada Nandí Verá. La muestra tendrá lugar en las salas de la Fundación Migliorisi, anexa a las del Museo del Barro, Grabadores del Cabichuí entre Cañada y Emeterio Miranda, Asunción. La exposición estará habilitada hasta mediados del mes de julio en el siguiente horario: de miércoles a sábados entre las 15.30 y las 20:00 horas.

El espacio de exhibiciones de la Fundación Migliorisi presenta obras contemporánes de artistas nacionales y extranjeros, paralelamente a la exposición permanente de los acervos de la entidad (santería colonial paraguaya y latinoamericana, obra de artistas nacionales e internacionales)

La instalación de Salerno

La muestra de Salerno, que en su conjunto constituye una instalación, está integrada por objetos, fotografías e impresiones gráficas: medios disímiles que dialogan con el espacio en torno a la problemática que viene trabajando el artista desde hace unos años: lo que no puede ser dicho y debe ser mostrado. Los diferentes elementos de la exposición, algunos de ellos ya mostrados en presentaciones internacionales, son confrontados entre sí y con el propio espacio exhibitivo, de modo que proponen una narrativa planteada por encima de las obras, aunque éstas,también, pueden ser consideradas de manera independiente.

El título de la exposición, Nandí verá, se refiere a la expresión guaraní que significa literalmente "El brillo de la nada" y puede ser equiparada al dicho coloquial "Brilla por su ausencia". La muestra trabaja dos líneas: el exceso de imágenes y su falta, de modo a demostrar que el lenguaje nunca puede coincidir con lo representado y deja excesos y carencias. En esos espacios vacantes trabaja el artista para intensificar cuestiones que tienen que con la crítica de la imagen en la sociedad del espectáculo: ante la multiplicación desaforada de imágenes cabe apelar al silencio (el momento del Nandí) o empujar la imagen hasta el límite, de modo que, mediante sus brillos y sus excesos, ella puede sobreponerse en una escena saturada de signos.


Referencias curriculares de Osvaldo Salerno

Nació en 1952 en Asunción, Paraguay, en donde vive y trabaja. Es grabador, pintor, diseñador gráfico y promotor cultural. Ha realizado estudios de formación en Paraguay, España y Argentina. Se desempeña como director del Museo del Barro, del cual es fundador. Es Museólogo del Museo de la Justicia, dependiente de la Corte Suprema de Justicia. Ha participado en numerosas exposiciones individuales fuera y dentro del país. Ha obtenido varios premios en diseño gráfico y pintura. Su obra se encuentra representada en museos y colecciones de España, Chile, Irán, Estados Unidos, Argentina, Perú, Brasil, Colombia y Paraguay.

Comentario crítico (fragmento)

Zona de obras (apuntes sobre la exposición Nandí Verá)

Los arquitectos y constructores llaman zona de obras el sitio delimitado y dispuesto para la construcción. Esta marca acota una zona de operaciones, pero también levanta una escena; es decir, abre un espacio donde ocurrirán formas significativas: tanto edificación material como producción de signos, fundación de espacio habitable. Esta figura se encuentra cerca de lo que Heidegger llama Lichtung: el claro abierto para que allí acontezca algo. Esta zona debe ser obrada: depende de condiciones particulares de lugar y de tiempo, de contexto. Las instalaciones, las llamadas obras de sitio específico, construyen emplazamientos contingentes, referidos a situaciones concretas. Y para hacerlo deben demarcar el lugar, amojonar la escena. El principio es radicalmente opuesto al del aséptico cubo blanco moderno, que suspende toda interferencia del espacio envolvente para impedir la contaminación (proveniente?) de la intemperie.

Esta instalación de Osvaldo Salerno incluye obra previa: objetos, pinturas y fotografías considerables de manera autónoma, independientemente de sus entornos. Al incluir estas obras en un lugar marcado, las pone en conflicto y negociación con los accidentes del espacio, pero también las confronta entre sí a lo largo de un recorrido que, aunque breve, obliga a activar los mecanismos de la memoria (las obras ya vistas resuenan la percepción de las siguientes).

Así considerada, esta muestra conforma una propuesta de site-specific art: depende de una localización y promueve un desplazamiento del espectador dentro del espacio mostrado. En general, las piezas constituyen, como queda señalado, obras independientes -incluso una de ellas es en sí una instalación (La culpa)-, pero situadas en un diagrama de encuentros y oposiciones, ellas se ven forzadas a movilizar significaciones coyunturales, sobrepuestas a las propias. Obviamente, este diagrama desarrolla un planteamiento. El límite radical de la representación y el intento obstinado de burlarlo (la insistencia en nombrar lo innombrable), constituyen el leitmotiv de todas las obras que integran la muestra. Ante las preguntas de cómo representar lo que excede el círculo de la representación, cómo mostrar lo invisible (que está tan cerca); cómo dar una imagen al nandí verá, “lo que brilla por su ausencia”, la obra ofrece no una respuesta, pero sí varias pistas.

La obra apela a dos expedientes centrales. El uno está conformado por un sistema de citas que remiten una y otra vez a imágenes o conceptos anteriores y cancela así la posibilidad de un punto cero de origen. Cada obra se encuentra acompañada por una referencia textual o figural que aparece presentada en su materialidad de libro: el texto se convierte en objeto expuesto, en imagen inmersa de nuevo en la economía de la representación. El otro recurso, la ironía, permite dar un paso al costado y mirar, de reojo, desde afuera de la escena: intenta nombrar lo ausente mediante imágenes que lo encaren ladeadamente.

Ticio Escobar

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