miércoles, 15 de octubre de 2008

Dragones

Los cuentos de hadas, como dijo una vez G. K. Chesterton, son más que verídicos. No porque digan que los dragones existen, sino porque nos dicen que a los dragones se les puede vencer.

Hay un dragón allá en el horizonte, quizás un par de ellos. El otonyo no ayuda, el que el cielo se derrame a cada rato no hace sino animarme a derramarme en lágrimas yo con él. De momento resisto y no me dejo llevar por la estación, pero el dragón avanzando hacia mí me da miedo.

Pero a los dragones también se les puede vencer. Tengo que grabarme esa frase en mi cabecita loca y saber que puedo pelear, no dejarme caer abatida en la oscuridad sino luchar, mantenerme firme, ajustar la armadura y disparar allá donde no lleguen las escamas de su piel. Aun sin creerme capaz, disparar igual y esperar que la flecha tome el rumbo que yo no habré sabido darle.

Porque incluso a los dragones que se esconden en nuestro interior, los más peligrosos, los más temidos... también se les puede vencer.

[La frase que encabeza este post vuelve a ser una cita de Humo y Espejos, de Neil Gaiman. La última, creo... ya sé que estoy repetitiva, pero es que el libro me ha gustado un montón!]

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